En su momento creí estar enamorada, hoy en día no se si
en realidad lo estuve,
realmente no lo sé, se que fue muy importante en mi vida,
y que lo quise bastante,
pero cuando algo no es para uno, no es para uno, por más
de que te empeñes y te empeñes
en tratar de
conseguirlo, por más de que remes diez veces contra la corriente, existen
personas que simplemente pasan por tu vida para cambiarla, no para quedarse..
Le dio un giro completo a mi vida, quizás si no lo
hubiera conocido seguiría siendo la misma
que hace un tiempo
atrás, pero lo conocí, y con cada lagrima y cada sonrisa aprendí, aprendí que
de nada debo arrepentirme, que el sol siempre va a salir sin importar que tan
negros se encuentren los días,
creo que si hoy en
día me detengo y miro hacia atrás ahí lo voy a ver a él y a todos los momentos
que vivimos, cada vez que reíamos sin sentido alguno por cualquier estupidez,
aprendí demasiado como para entender que en la
adolescencia no puedo decir “es el amor de mi vida” ni tampoco puedo prometer
un “siempre te amaré”, él fue especial,
eso no lo
convierte en el amor de mi vida, ni en el amor de mi adolescencia,
pero si en una
persona que supo hacerme bien y mal a la misma vez,
hoy recuerdo los buenos momentos, y si me preguntan ¿cómo
fue tu historia con él?
Podría decirles fue única, muy linda, fue una amistad,
fue un crecimiento, fue un aprendizaje.